Luego de arduas gestiones, logró reinsertarse a la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip).
La biblioteca de Luján tiene como anexo el museo ‘María Josefina Gatica’, que exhibe objetos históricos que narran la vida y el patrimonio de la región.
La biblioteca de Luján cuenta con más de 11.000 volúmenes de obras de distintos géneros, desde enciclopedias de principios del siglo XX, hasta libros sobre informática actuales. Fundada en 1910, ha atravesado diversas etapas. En sus inicios funcionó como una entidad itinerante en diferentes hogares hasta que pudo consolidar su estructura en 1932, gracias a la donación de un terreno por parte de la familia de la escritora María Delia Gatica de Montiveros.
El camino hacia la recuperación
El escritor Roberto Sabbatini conoce de primera mano el complejo proceso institucional que implicó recuperar el actual espacio. Y aunque esos esfuerzos no se visibilicen más allá de los anaqueles y escritorios, en realidad son la base de la construcción cultural de la cual hoy goza cada familia de Luján.
“A principios del año pasado se reparó el museo, que es muy visitado, y se sumó otro atractivo que mostrar a los turistas. En cuanto a la situación legal de la institución y la comisión que la dirige, podemos decir con orgullo que gracias a una gestión ordenada logramos nuevamente el reconocimiento de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) con los beneficios que ello representa. Hace pocos días a llegó la primera partida de apoyo económico en veinte años”, señaló el autor.
Además de las joyas literarias, el edificio tiene como anexo el museo ‘María Josefina Gatica’ que exhibe objetos históricos que narran la vida y el patrimonio de la región. Incluyen una chaqueta militar del coronel Loyola, prócer local, así como faroles de kerosene, ollas de fundición, bateas talladas a mano, morteros, una campana de bronce y vestigios de las comunidades originarias.
En la biblioteca se llevan a cabo talleres de ajedrez, música, presentaciones de libros y conferencias que enriquecen el vínculo entre la comunidad y turistas.
“Desde la recuperación además de tener abierta la biblioteca mañana y tarde cinco días a la semana se realizaron reuniones culturales, representaciones teatrales y otras actividades gratuitas abiertas a todo público. Se consiguió que muchos vecinos se asociaran por una módica cuota mensual para solventar los múltiples gastos de la institución”, detalló.